MOISÉS ASÍS
Cuento infantil ilustrado
Para ir a Amazon, haga clic aquí: https://www.amazon.com/El-grillo-mamey-colorado-Spanish/dp/1713354594/ref=sr_1_1?keywords=el+grillo+y+el+mamey+colorado&qid=1580239457&s=books&sr=1-1
MOISÉS ASÍS
Cuento infantil ilustrado
Para ir a Amazon, haga clic aquí: https://www.amazon.com/El-grillo-mamey-colorado-Spanish/dp/1713354594/ref=sr_1_1?keywords=el+grillo+y+el+mamey+colorado&qid=1580239457&s=books&sr=1-1
Photo by Kerry Carron on Pexels.com
MOISÉS ASÍS
(2017.07.19)
Hacía varios días que no lograba dormir hasta el mediodía, como era su costumbre. Tras beber con amigos por las noches, se acostaba tarde y los padres le dejaban preparado el desayuno cuando ambos se iban a trabajar, pero en realidad el café con crema le servía de entrante o de postre con el almuerzo.
Felipiño le decían, pero su nombre real era Mario F. Hämäläinen, una extraña combinación de nombres latinos y apellido finés, y en realidad ese apellido lo escogió el día que se juramentó como ciudadano de EE.UU. para parecer exótico. Estaba muy ofendido con sus padres y con la gente de su pueblecito en la frontera occidental de Iowa porque simplemente no lo comprendían y mucho menos lo aceptaban. ¿Dónde está ese respeto a los derechos humanos y esa tolerancia hacia las diferencias de la que tanto hablaban? En realidad, eran los pobladores de esa urbanización rural quienes odiaban a muerte a Felipiño, no solo porque se pasaba la vida despotricando en contra de Dios, las Sagradas Escrituras y los creyentes, que eran la mayoría de los habitantes, sino porque el ya adulto Felipiño nunca había trabajado un solo día en su vida, era literalmente un parásito que consumía desmesuradamente y explotaba a sus ancianos padres, gente decente y muy trabajadora, como eran los lugareños.
MOISÉS ASÍS
Para ir a Amazon, haga clic aquí: https://www.amazon.com/Vulnerables-Historia-Miamense-Amor-Spanish/dp/1547197617/ref=sr_1_1?keywords=vulnerables+una+historia+miamense+de+amor&qid=1580238725&s=books&sr=1-1
Contenido
Agradecimientos III
1 Noé Dupay 1
2 Miami: bella y caliente 3
3 La Dionaea 5
4 Yuliana Goikoetxea 7
5 La vida llega a su invierno 10
6 Faisán entre dos 15
7 No robarás 16
8 La sobreviviente 36
9 Auto-abandono 38
10 Bajo el síndrome de Plyushkin 69
11 En el ALF 74
12 Desamparados como Diógenes 78
13 Fingidores 84
14 En el n u r s i n g h o m e 8 8
15 Freddy el misógino desafiante 91
16 Abusos al más débil 95
17 Institucionalizado 102
18 Dieciocho 104
19 CNA en el ALF 118
20 Negligencia por A&O 122
21 CNA Yuliana 141
22 Los Premios Darwin 143
23 El ADN 146
24 Ni la avaricia ni la codicia 152
25 Ella estuvo en Chemnitz 158
26 Una más uno 163
27 En el Caribe 168
28 El síndrome de Dunning-Kruger 174
29 En Miami 178
30 Rudy el canalla 180
31 El tráiler 188
32 Neruda 190
33 Goikoetxea 196
34 Dupay 197
35 Epílogo 204
Glosario 206
indice onomástico 211
Sobre el autor 216
ACHY OBEJAS
ACHY OBEJAS
Moisés Asís
Published in English and French in the book by: Achy Obejas (Ed.), Havana Noir
[Brooklyn,NY: Akashic Books, 2007, pp. 179-189].(La Havane Noir. Paris> Asphalte, 2007. pp. 153-163)
What am I going to do? What is it that I’m I going to do? That’s what I keep asking myself over and over as they lead me through the airport.
“We have a problem, sir,” the secretary at the Law School had said. “You can’t take the state’s graduating exam because we found you have penal antecedents, a police record. It’s been more than 20 years, so you can ask that they be erased and then you can take the state exam,” he added in a conciliatory tone.
Of course I knew this; that police record had made a pariah out of me, without the right to study the career of my choice, without the right to seek a better job, or to have any kind of social acceptance. For more than 20 years I’d been walking around, socially and politically castrated, and I’d come to think that the University of Havana would never find out about my past if I just denied it.
“There was a mistake and it’s been rectified,” the legal adviser to the Ministry of Justice said this time, months later. “When you were tried and sentenced, you were a minor and so you should have never had a police record.”
You’re telling me this now, after decades of ostracism, you fucking legal adviser to the Ministry?
But it’s never too late to start again. So I graduated from Law School and decided not to practice, since the profession doesn’t actually allow the defense of those accused of ideological crimes such as thinking aloud, or to accuse crooks with good political connections. I can’t even defend myself. Under what law, and with what proceedings? I think back and I regret that I thought so dismissive of that court-appointed lawyer who didn’t bother to mount a defense for me back when I was 17 years old. Where could he be now? Has he been imprisoned for thinking without hypocrisy, has he deported himself, or has he allowed himself to be debased?
After two or three hours of pedaling my bicycle, sweating my guts out, I can’t find my way home: Night has come too soon, and the stars are on vacation as it rains non-stop on this new moon. For those without direction or hope, there are no sadder nights than those that are moonless. And it won’t matter how much I plead, the moon will not so much as peek.
MOISÉS ASÍS
[Publicado solamente en inglés y francés
en la antología Havana Noir, editada por Achy Obejas
(Brooklyn,NY: Akashic Books, pp. 179-189)].(La Havane Noir. Paris> Asphalte, 2007. pp. 153-163)
Photo by Pixabay on Pexels.com
¿Qué voy a hacer? ¿Qué es lo que voy a hacer?, me voy preguntando una y otra vez mientras me conducen hacia el aeropuerto. Empezaré de cero.
Tenemos un problema con usted –me había dicho el secretario de la Escuela de Derecho-, usted no puede hacer el Examen Estatal para graduarse de abogado porque hemos encontrado que usted tiene antecedentes penales. Han pasado más de veinte años, usted puede pedir la cancelación de esos antecedentes penales y entonces hacer el Examen Estatal –me dijo muy conciliador y deseoso de ayudarme. Claro que yo lo sabía, esos antecedentes penales me habían convertido en un paria, sin derecho a estudiar la carrera de mi elección y sin derecho a obtener mejor trabajo y consideración social. Durante más de veinte años estuve cargando con esa castración sociopolítica y pensé que la Universidad de La Habana nunca detectaría mi pasado si yo lo negaba.
Se ha cometido un error y ya ha sido subsanado –esta vez me responde, meses después, la asesora legal del Ministro de Justicia. Cuando usted fue juzgado ycondenado era menor de edad y por tanto nunca debió tener antecedentes penales -¿y me lo dices ahora después de décadas de ostracismo, cabrona asesora del Ministro? Pero nunca es tarde para empezar de cero, me gradúo de abogado y decido no ejercer esa profesión que no permite defender a los acusados de delitos ideológicos como pensar en voz alta o acusar a delincuentes con buen credencial político. Ni siquiera soy capaz de defenderme a mí mismo, ¿bajo qué leyes ni procedimientos? Pienso hacia atrás y me arrepiento de haber calificado mal a aquel abogado de oficio que no se molestó en defenderme cuando yo tenía diecisiete años. ¿Dónde estará? ¿Habrá caído preso por pensar sin hipocresía, se habrá autodeportado o habrá logrado envilecerse?
Photo by Leonie Fahjen on Pexels.com